Desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas, nos hemos comenzado a preocupar por la calidad del aire de nuestros hogares como nunca lo habíamos hecho.

Sin embargo, a la hora de entender cómo medir la calidad del aire, la cosa se complica mucho más.

¿De verdad somos capaces de hacerlo? Si quieres conocer todo sobre la calidad del aire, cómo medir su calidad y cómo mejorarla, tan solo sigue leyendo.

Además, recuerda que si quieres que un profesional tome cartas en el asunto, puedes solicitar un Diagnóstico con nuestro equipo de expertos.

¿Qué es la calidad del aire interior?

 Según la Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos«la calidad del aire interior es aquella que se percibe dentro y alrededor de los edificios y estructuras, prestando una atención especial a «la salud y la comodidad de los ocupantes del edificio».

Como te puedes imaginar, esta calidad de aire depende de muchísimos factores diferentes como:

  • Qué actividades se realicen dentro de la vivienda.
  • Cuáles son los materiales constructivos y los productos de uso habitual.

Además, parte de la contaminación puede llegar del exterior a través de los sistemas de aire acondicionado, ventilación natural o infiltración. Cuidar y medir la calidad del aire es importante y para ello hay que fijarse en todos estos detalles a los que antes no les dábamos importancia.

¿Cuáles son las principales fuentes y contaminantes?

  • Humo del tabaco. Se trata de uno de los principales contaminantes y fuente de gases tóxicos como el monóxido de carbono (CO). Además, la nicotina se puede considerar un compuesto muy volátil que conlleva riesgos a su exposición pasiva.
  • Sistemas de calefacción y cocinas sin ventilación. Se trata de unos lugares y sistemas que pueden generar tanto partículas en suspensión como gases.
  • Sistemas de refrigeración. Muchas veces cuentan con un mantenimiento deficiente que puede conducir a la aparición de microorganismos.
  • Productos químicos domésticos como los de limpieza, pinturas, insecticidas, decapantes… son una de las principales fuentes de compuestos orgánicos volátiles (COV) y semi volátiles (SCOV).
  • Las camas de los animales domésticos. Son refugio de todo tipo de alérgenos y pueden generar compuestos orgánicos volátiles o partículas en suspensión.
  • Es el principal causante del crecimiento de moho dentro de la vivienda, que genera partículas en suspensión peligrosas para la salud.

¿Cómo puedes medir la calidad del aire de un recinto cerrado?

 Lo que debes tener claro es que los gases de la combustión y otras sustancias perjudiciales pueden medirse para determinar la calidad del aire que respiras. Como siempre sucede, si no tienes clara cuál es la situación en la que te encuentras, ¿cómo vas a mejorar? Solo cuando sea demasiado tarde. Cuando empieces a sufrir irritación en los ojos, molestias en la piel o la aparición de mucosas.

Por lo tanto, ¿cómo puedes medirlo? El factor más importante es el dióxido de carbono (CO2) que tienes en tu vivienda. Para que te hagas una idea, cuando la cantidad supere los 1.000 o 1.200 ppm se recomienda siempre ventilar la habitación.

Existen sensores para medir la calidad del aire en interiores, en función del tipo de partícula que estés buscando, podrás decantarte por uno u otro.

  • Sensores de CO2. Son los utilizados para la medición de gas de dióxido de carbono en partes por millón (ppm). Los más habituales funcionan por infrarrojos.
  • Sensores de concentración de Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC). Detectan sustancias químicas que contienen carbono y que se hallan en la mayoría de los elementos vivos.
  • Sensores de PM 2.5. Evalúan la presencia de partículas finas en suspensión con sensores de tipo láser.
  • Sensores de humedad. Miden la temperatura y la humedad relativa en un ambiente determinado. Son de gran ayuda para saber si existe una humedad en la pared o techo con la que haya que trabajar.

Con estos dispositivos serás capaz de entender si en tu hogar, negocio o industria existe o no existe una buena calidad del aire. No obstante, lo más importante es que siempre cuentes con el asesoramiento de un profesional. Somos capaces de encontrar el origen del problema y buscar la mejor solución.

  ¿Cómo puedes ventilar bien un espacio cerrado?

 Parece una pregunta absurda, pero es muy importante. A fin de cuentas, no vale solo con ventilar, sino que hay que hacerlo del modo adecuado y en el momento preciso.

La clave es no dejar nunca que se superen los 1.000 ppm de CO2. Para ello has de hacer lo siguiente:

  • Abre las ventanas de más de una estancia.
  • Mantenla así entre 5 y 10 minutos.
  • Repítelo en tantas habitaciones tenga el espacio.

 Con este simple gesto puedes cuidar muchísimo de tu salud y la de los tuyos

“Mi oficina está a el piso 40 y las ventanas no se abren ¿Qué puedo hacer?”. Contar con equipos que ofrezcan ventilación segura y eficiente como los sistemas de climatización Carrier.

“¿Puedo usar un purificador de aire?” Sí, pero no acabará con el problema. El principal problema de los purificadores de aire es que en realidad no tienen un efecto respecto al origen de la mala calidad del aire. Son solo parches. Por lo tanto, aunque mejoren de manera momentánea esta calidad, la realidad es que no ayudarán a acabar con el problema.

Lo mejor para mejorar la calidad del aire en condiciones donde no puedes ventilar por ti mismo los espacios, es un sistema eficiente que garantice la calidad y pureza del mismo.

Si quieres realizar un diagnóstico de tu sistema actual, o estás buscando quién te asesore con tu sistema de climatización, somos los expertos que estás buscando. Contáctanos aquí y haremos de tu proyecto nuestra prioridad.

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